Efectividad de una aplicación digital de detección de autismo

El fenotipado conductual digital ha surgido como una herramienta prometedora para la detección temprana del autismo, una condición neurodesarrollmental que afecta las habilidades de comunicación social. Los cuestionarios tradicionales de detección de autismo han mostrado una menor precisión en entornos del mundo real, especialmente en niños de color y niñas, en comparación con los estudios de investigación.

Un reciente estudio prospectivo multicéntrico evaluó la efectividad de una aplicación digital de detección de autismo administrada durante las visitas pediátricas de rutina de 475 niños de 17 a 36 meses. De estos niños, 49 fueron diagnosticados con autismo mientras que 98 fueron diagnosticados con retraso del desarrollo sin autismo. La aplicación utilizó técnicas de visión por computadora y aprendizaje automático para cuantificar signos de comportamiento de autismo, logrando finalmente un alto nivel de precisión diagnóstica con un área bajo la curva característica operativa del receptor de 0.90.

El algoritmo desarrollado en este estudio mostró una sensibilidad del 87.8%, especificidad del 80.8%, valor predictivo negativo del 97.8% y valor predictivo positivo del 40.6%. Sorprendentemente, el algoritmo mantuvo una actuación de sensibilidad consistente en todos los subgrupos definidos por sexo, raza y etnia. Estos resultados resaltan el potencial del fenotipado digital como un enfoque objetivo y escalable para la detección de autismo en entornos del mundo real. Además, combinar los resultados del fenotipado digital con cuestionarios de cuidadores podría mejorar aún más la precisión de detección y ayudar a abordar las disparidades en el acceso al diagnóstico e intervención.

El autismo, también conocido como Trastorno del Espectro Autista (TEA), se manifiesta con dificultades en la comunicación social y la presencia de comportamientos restringidos y repetitivos. Los signos tempranos de autismo suelen aparecer entre los 9 y 18 meses de edad e incluyen una reducida atención a las personas, falta de respuesta al nombre, diferencias en el compromiso afectivo y retrasos motores.

Actualmente, los niños son evaluados para detectar autismo durante sus visitas de rutina de los 18 a los 24 meses mediante cuestionarios para padres como el Cuestionario Modificado para el Autismo en Niños Pequeños-Revisado con Seguimiento (M-CHAT-R/F). Sin embargo, la investigación ha demostrado que estas herramientas de detección pueden no ser tan precisas al ser utilizadas en entornos del mundo real, especialmente en niñas y niños de color debido a las bajas tasas de completación en el seguimiento por parte de los pediatras.

Si bien la tecnología de seguimiento ocular ha mostrado promesa en medir las preferencias de atención a estímulos sociales en niños con autismo, puede no ser suficiente como herramienta de detección independiente dada la naturaleza heterogénea de la condición. Esto ha llevado a la exploración de herramientas de fenotipado digital, como la aplicación SenseToKnow, que utiliza análisis de visión por computadora y aprendizaje automático para capturar una amplia gama de comportamientos relacionados con el autismo en niños.

Al cuantificar comportamientos como patrones de mirada, movimientos de cabeza, expresiones faciales y comportamientos motores, el fenotipado digital puede proporcionar una evaluación más completa de los síntomas del autismo. El potencial de combinar el fenotipado digital con métodos de detección existentes para mejorar la precisión y reducir las disparidades en el diagnóstico e intervención del autismo es un camino prometedor para futuras investigaciones.

Fuente: https://www.nature.com/articles/s41591-023-02574-3

Comparación de las tasas de detección del autismo: Un estudio basado en la población en dos grupos que reciben cuidados habituales

El cribado del trastorno del espectro autista (TEA) se ha convertido en una práctica común en varios países y entornos para detectar la condición en una etapa temprana. Numerosos estudios han examinado la eficacia de los procedimientos y herramientas de cribado como el Cuestionario Modificado para el Autismo en Niños Pequeños, Revisado con Seguimiento (M-CHAT-R/F). Sin embargo, el enfoque de estos estudios ha sido típicamente en la atención de seguimiento para los niños que dan positivo en el cribado de TEA.

En contraste, un estudio reciente realizado en Islandia tuvo como objetivo evaluar la efectividad del cribado de TEA en la identificación temprana de la condición. El estudio involucró una randomización por conglomerados y comparó la tasa de TEA en un grupo invitado a un programa de cribado con las tasas en dos grupos de control que recibían atención habitual. El estudio incluyó a todos los niños inscritos para sus visitas de control de los 30 meses en los centros de atención primaria de salud (CAPS) en Islandia, con un total de 7173 niños elegibles para el cribado.

En este estudio, nueve CAPS en el área capital de Reikiavik fueron seleccionados para el grupo de intervención (grupo invitado), mientras que ocho CAPS recibieron atención habitual (grupo de control 1). Los CAPS fuera del área capital no fueron randomizados y sirvieron como grupo de control 2. Un equipo interdisciplinario compuesto por un pediatra, un psicólogo y un trabajador social diagnosticaron casos de TEA basándose en un consenso alcanzado utilizando el sistema de diagnóstico de la CIE-10.

Durante el período de seguimiento de dos años, se identificaron 119 casos de TEA, lo que resultó en una incidencia acumulativa total de 1.66. Se encontró que la tasa de incidencia de TEA fue de 2.13 en el grupo invitado, 1.83 en el grupo de control 1 y 1.02 en el grupo de control 2. Aunque la tasa de incidencia fue más alta en el grupo invitado en comparación con los grupos de control, los amplios intervalos de confianza impidieron a los investigadores llegar a conclusiones definitivas sobre la eficacia del cribado de TEA.

Este estudio es único en su enfoque, ya que utiliza una randomización por conglomerados para evaluar la efectividad del cribado de TEA. Mientras que estudios anteriores se han centrado principalmente en la atención de seguimiento para niños identificados con TEA, este estudio buscó determinar si el cribado podría llevar a una detección más temprana de la condición en comparación con la atención habitual.

El equipo de investigación reconoce que se han planificado estudios similares para incluir el cribado de TEA junto con un tratamiento de alta calidad y un seguimiento a largo plazo. Sin embargo, el estudio en Islandia destaca como el primero en su tipo en emplear la randomización en la evaluación del cribado de TEA. Los autores esperan que los resultados de este estudio contribuyan con información valiosa al debate en curso sobre la eficacia del cribado de TEA.

El estudio forma parte de un proyecto más amplio sobre el cribado de TEA en la visita de control de los 30 meses en los centros de atención primaria de salud en Reikiavik. Fases previas del proyecto se enfocaron en educar a los profesionales de la salud e implementar el cribado de TEA utilizando la herramienta M-CHAT-R/F. La fase actual tuvo como objetivo determinar la tasa de TEA en los niños invitados al cribado en comparación con aquellos que recibían atención habitual.

En general, el estudio destaca la importancia de evaluar la efectividad del cribado de TEA en la identificación temprana de la condición. Al utilizar un enfoque aleatorio, los investigadores en Islandia han realizado una contribución significativa a la literatura existente sobre el cribado de TEA, abriendo el camino a investigaciones futuras en esta área.

Fuente: https://www.nature.com/articles/s41598-024-57656-0

La Evolución de los Cambios en el Volumen Cerebral: Desde la Disminución hasta el Aumento en el Embarazo y el Periodo Postparto

Un reciente estudio realizado en madres primerizas ha arrojado luz sobre la neuroplasticidad que ocurre durante el embarazo, el parto y el período postparto. En este estudio longitudinal, los investigadores siguieron los cambios en el volumen cortical cerebral en 110 madres durante el final del embarazo y el inicio del postparto, comparándolos con 34 mujeres nulíparas. Los resultados mostraron que durante el final del embarazo, las madres presentaban un volumen cortical inferior en comparación con el grupo de control en todas las redes funcionales. Sin embargo, estas diferencias parecían disminuir durante el período postparto temprano. De manera interesante, los investigadores encontraron que la red de modo predeterminado y las redes frontoparietales mostraban aumentos de volumen inferiores a lo esperado durante el período periparto, lo que indica que estas reducciones pueden persistir por más tiempo.

El estudio también reveló que las madres que dieron a luz por cesárea programada presentaban trayectorias corticales diferentes en comparación con aquellas que tuvieron un parto natural. Estos hallazgos fueron confirmados en una muestra independiente de 29 madres y 24 mujeres nulíparas. En general, los datos sugieren que existe una trayectoria dinámica de cambios corticales durante el embarazo que se estabiliza gradualmente en el período postparto, con la tasa de cambio dependiendo de la red cerebral y del tipo de parto.

El embarazo es un período transformador en la vida de una mujer, marcado por adaptaciones significativas que afectan casi todos los aspectos de su cuerpo. Investigaciones recientes han destacado el cerebro como un órgano adicional que experimenta cambios durante la gestación. Estudios que utilizan técnicas de imagen cerebral no invasivas como la resonancia magnética (MRI) han proporcionado valiosos conocimientos sobre cómo el embarazo influye en la estructura cerebral. Estudios longitudinales de MRI han demostrado que las mujeres embarazadas experimentan reducciones en el volumen cortical en regiones de la red del modo predeterminado que persisten durante años después de dar a luz. Por otro lado, estudios que examinan los cambios cerebrales durante el período postparto han encontrado el efecto contrario, con un aumento en el volumen cortical en varias redes cerebrales.

Aunque estos hallazgos pueden parecer contradictorios, los investigadores creen que reflejan una evolución dinámica de los cambios de volumen cerebral, con disminuciones iniciales durante el embarazo seguidas de aumentos postparto que no alcanzan los niveles previos al embarazo, especialmente en regiones del modo predeterminado. Este estudio contribuye a la comprensión de cómo el embarazo, el parto y el postparto impactan en la neuroplasticidad materna. Los investigadores teorizan que el embarazo y el postparto inducen efectos opuestos en la corteza cerebral, con reducciones durante el embarazo y aumentos durante el período postparto. También sugieren que el parto, un evento único con implicaciones hormonales, inmunológicas y fisiológicas, puede ser el punto crítico en el que estos cambios corticales cambian de dirección.

En general, este estudio subraya

Fuente: https://www.nature.com/articles/s41593-023-01513-2